lunes, 30 de mayo de 2011

¿Fantasmas o presencias?

I. Cuando iba al industrial veía pasar por Gascón a un tornero en una moto de dos tiempos con horquilla trapecio, con resortes, una guantera con una parte pintada de azul y una chapa para escribir el número de la patente sobre el guardabarros de adelante. Fue en 1968 pero ahora lo sigo viendo. Por distintas calles. La última vez en la puerta de un banco. La misma moto, el mismo hombre. Es que a los trece años todo parece más viejo o es que está igual y me pregunto si realmente existe o es una estrategia de la mente para intentar que el tiempo no transcurra.


II. En Dorrego al 300, frente a Los Naranjos hay una casa en uno de cuyos pilares siempre tomaba sol Benji, un perro blanco, pequeño. Lo veíamos al pasar y cuando nos deteníamos ante la casa hundíamos los dedos en el algodón ensortijado de su pelo; alzaba su pata derecha como en un abrazo, besaba con su lengua y miraba con unos ojos muy negros, profundos pero transparentes. Ella me dijo que conservó esa mirada, como inquisitiva y anhelante, hasta el fin.

El sigue estando en el pilar desolado. Seguirá estando en su espacio vacío.









Eduardo Balestena


http://lapalabrainconclusa-literatura.blogspot.com



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