Juan
José Delaney, biógrafo no autorizado de
Marco Denevi reflexiona al principio de Marco
Denevi y la sacra ceremonia de la escritura, una biografía literaria en las
razones que nos impulsan a rasgar el velo de una vida y asomarnos a ella y cita
una de las notas de Marguerite Yourcenar a Memorias
de Adriano : “el diagrama de una vida no se compone de una línea horizontal
y una vertical sino más bien de tres líneas sinuosas, perdidas hacia el
infinito, constantemente próximas y divergentes: lo que un hombre ha creído
ser, lo que ha querido ser, y lo que fue”.
De
este modo rasgamos el velo de una vida para tratar de comprender la escritura
que aunque no la explique, suele justificar esa vida.
1)
Podemos pensar a esta obra, algo arbitrariamente, a partir de un criterio de épocas, géneros y
estilo en tres etapas:
1.a)
La primera marcada, además de por cuentos como Reproches a Luisilda por haber salido en 1945 sin anteojos, por Rosaura a las diez (1955) , su primera
novela; Ceremonia Secreta (1960) y Un pequeño Café (1966) textos fundantes
de una concepción de la escritura centrada en el lenguaje, la intimidad y los
espacios cerrados.
1.b)
En la segunda (1966/ 1980) podemos ubicar cuentos y relatos y novelas que, junto a Ceremonia
Secreta, quizás constituyan los puntos más altos de su literatura: Hierba del Cielo (1973) (su libro y su
cuento preferidos); Redención de la Mujer Caníbal ; Carta
a Gianfranco o Decadencia y caída,
en sucesivos libros de cuentos: Hierba
del Cielo; Salón de Lectura; Reunión de desaparecidos (1978).
También
de esta etapa es una de sus novelas centrales: Los Asesinos de los días de fiesta, (1972), texto que reelaboró como Asesinos de los días de fiesta; Música de
amor perdido (primera y segunda versión) y Noche de duelo casa del muerto.
Es
una novela central por la originalidad del planteo literario y el refinamiento
estilístico de las primeras versiones y porque incesantemente volvió sobre esa
historia: o quiso abordarla desde distintas perspectivas al sentir que no había
podido agotarla, o sin nuevas fuentes para su obra intentó sacarle el mayor
provecho.
1.c)
La etapa (1980-1998) en la cual autoras como Cristina Piña o Sandra Jara consideran
de escritura posmoderna.
En
ella destaca Manuel de Historia (1986)
por la temática abordada, absolutamente diferente de todo lo anterior, por la
complejidad formal, elementos con los que logra un texto original y profundo.
De
esta etapa son Enciclopedia secreta de
una familia argentina, en sus dos versiones, en las que intenta romper el
eje novelístico y sacarlo del tradicional de la novela para adoptar como tales
el orden arbitrario del alfabeto. Su escritura, densa, erudita y barroca está
muy lejos de textos como Ceremonia Secreta
o Asesinos de los días de Fiesta.
Nuestra Señora de la Noche (1997) es su
última novela, ejemplo, según Sandra Jara (Nuestra
Señora de la noche, apuesta a una hibridación total), participa de los
rasgos de la escritura posmodera; se trata de una obra marcada por la discontinuidad
que significa haber insertado, en textos nuevos, otros anteriores.
No hemos incluido su producción teatral (en la
cual es destacable especialmente El
Emperador de la china, (1970) ni obras breves, como Parque de diversiones o Falsificaciones, para centrarnos en
determinados elementos de su literatura.
2 Al
concedérsele el premio del concurso Kraft y establecerse una comunicación
telefónica, una de las hermanas del escritor, erróneamente informó como fecha
de nacimiento la del 12 de mayo de 1922, equívoco que, como otros, dejó correr
durante el resto de su vida.
Lo
cierto es que Marcos Héctor Denevi había nacido el 13 de mayo de 1920.
También
durante toda su vida afirmó que su padre había plantado un laurel en el jardín
de la casa de Sáenz Peña cuando él nació. Sin embargo, Valerio Denevi comenzó
la construcción de esa casa luego del nacimiento de Marcos Héctor.
Fue
abanderado del Colegio Nacional Buenos Aires, donde recibió una sólida
formación en lengua y latín que influyó poderosamente en su literatura. En 1939
comenzó la carrera de derecho y la abandonó
en 1950 (en ese tiempo aprobó siete materias) pero dejó correr la especie de
que era abogado.
En
1948 entró por concurso a la
Caja Nacional de Ahorro Postal, donde hizo una rápida carrera
y llegó a la categoría de inspector general, a cargo de la sección jurídica. Juan
Carlos Pellanda, empleado en la
Caja , lo recuerda como infalible y duro en esa función. Era
un trabajo muy absorbente que le demandaba a veces sábados y domingos. Como
personal jerárquico entraba más tarde pero nunca salía antes de las 20.
Ya
en esa época comenzó a vivir, como decía “en el hemisferio de la noche, tiempo
que, a excepción de Rosaura a las diez, nunca utilizó para escribir: “la noche
se hizo para dos cosas ninguna de las cuales es escribir”, decía.
En
1968 renunció a su cargo para dedicarse por completo a la literatura. Poco
previsor y desorganizado con sus gastos, pronto tuvo problemas económicos que
lo aquejaron por el resto de su vida: “vivo de lo que escribo, pero no todo lo
que escribo es literatura”, declaró en un rapto de sinceridad y lucidez.
Durante
toda aquella época vivió en el hemisferio de la noche, como decía. Fue un
noctámbulo absoluto, no obstante lo cual se levantaba siempre a las ocho.
De
aquella época es su amistad con Fanny Ezcurra –quien siempre lo mantenía en el
centro de las conversaciones, o Victoria Pueyrredón, que tanto haría luego por
él.
Fernando
Chacón Oribe, que fue su amigo ya desde la época de Ceremonia Secreta decía que Denevi adoraba ser el centro de las
reuniones y no iba a aquellas en las que intuía que no iba a ocupar ese
centro.
Desaparecida
Fanny Ezcurra, distanciado de muchas de aquellas amistades, fue encerrándose paulatinamente
en una soledad infranqueable
3.) Cómo,
cuándo y de qué manera fue escrita Rosaura a las Diez
Varias
circunstancias confluyen en la gestación de su primera novela:
3.1
Las fuentes literarias: Denevi, fue siempre un admirador de los clásicos españoles,
particularmente El Quijote de donde
quizás proceda la variante paródica y humorística, así como el juego de las
apariencias.
Juan
José Delaney señala a 1942 como un momento fundante para la especie policial.
Ese año apareció el cuento La muerte y la
brújula, de Borges, los Seis
Problemas para don Isidro Parodi, de H. Bustos Domecq, seudónimo de Borges
y Bioy Casares. A partir de allí la especie fue desarrollándose paulatinamente.
Como
referencias tuvo además al diccionario de la lengua y al santoral. Una vez le
pregunté de dónde sacaba los nombres de sus personajes y me respondió “del
santoral”, como si fuese una obviedad.
Hacia 1944 Borges y Bioy crearon la
colección El séptimo círculo que dirigió, a partir de
1955, Héctor Frías, profesor de Literatura Inglesa de la Facultad de Humanidades
de la Plata. Ello
marcó la tendencia predominante en la línea de la novela policial inglesa de
enigma.
Es
un dato importante porque Denevi leyó casi todos los títulos de la colección,
entre ellos los que habrían de incidir directamente en la concepción de Rosaura a las diez , que fueron La
Piedra Lunar y La Dama de Blanco, de William Willkie Collins
(Londres, 1824-1889).
Ello
marca una impronta: la novela policial inglesa decimonónica, una forma lateral
es la que influirá decisivamente en la gestación de una literatura que cuya
propuesta va mucho más allá del puro enigma.
Inicialmente,
el autor escribió el cuento Pobre
Carolina pero el 30 de enero de 1954
se enteró por el diario Noticias Gráficas del concurso de novela de la
editorial Kraft y decidió desarrollar esa historia. Lo hizo en tres meses
(julio a septiembre de 1954) escribiendo hasta la madrugada en la prefabricada
adaptada como cuarto de trabajo que estaba en el jardín de la casa de Sáenz
Peña, y en el despacho de la
Caja Nacional de Ahorro Postal. El proceso no fue gradual:
comenzó por el primer capítulo y saltó al final. Luego escribió el segundo y
concluyó en una semana –en total estado de exaltación- el capítulo quizás más
puramente literario de la obra y que la distancia de la matriz de novela
policial que le sirve de estructura: la conversación entre Camilo y el
Inspector Baigorri (retomaría este personaje en la Serie televisiva Division Homicidios, en la cual lo
encarnaba José Slavin).
Terminó
de escribirla el día del cierre del concurso y entregó el manuscrito quince
minutos antes de que expirara el plazo.
3.2 La novela
consta de cinco partes: 1 La “Declaración de Milagros Ramoneda, viuda de
Perales, propietaria de la hospedería La Madrileña , de la calle Rioja, en el antiguo
barrio del once” ; 2, “David canta su salmo”; 3 “Conversación con el
asesino”; 4, “Extracto de a declaración
espontánea (según la propia declarante) confidencial de la señorita Eufrasia
Morales” y el fragmento de una carta.
Como
tema –una categoría general e irreductible- surge el de la soledad. Atraviesa
toda su obra de diferente manera. La soledad es el gran tema deneviano.
Piña
divide a los personajes en condenados y desterrados.
Para
los condenados –como Camilo Canegato o el Procurador Matricola, en Música de amor perdido, no es posible
romper el cerco de la soledad. No existe redención ni otro mundo posible.
Otros,
como Arabia Badur, el personaje de Redención
de la mujer Caníbal, o la misma Leónides Arrufat, pueden acceder a los
reclamos y a la búsqueda de algo que está más allá, atravesar esa frontera y
regresar a un lugar originario, el del otro o lo otro.
El asunto, es
decir aquello de lo que trata una novela es, en Rosaura…, el plan de un solitario de crear a un ser ficticio para
atraer el amor de un ser real (Matilde, la hija de doña Milagros). Para eso crea
a una imaginaria Rosaura. Luego aparece otro personaje (Marta Córrega) a quien
los demás toman por Rosaura y toma, en la realidad y a la fuerza, el papel que
Rosaura tenía en la fantasía.
Esto es contado
desde cinco ópticas distintas.
Entre los tópicos
(aquellos rasgos recurrentes que encontramos en el asunto) están la timidez;
las casas que se ramifican y crecen hacia adentro; la belleza masculina; la
incomunicación. En Rosaura tenemos el
de la incomunicación, la incapacidad de ser aceptado, el temor al mundo y la
hostilidad de este mundo.
Como
motivo –es decir aquello que una novela utiliza para desarrollar un asunto y
plantear los tópicos, encontramos –tanto en Rosaura
a las Diez como en Ceremonia Secreta,
el de la sustitución de identidades.
3.2 b Denevi usa
la visión perspectivística de La piedra
Lunar. Como Rashomon (1950, basada en el cueto de Akutagawa), de Akira
Kurosawa o Citizen Kane (1941) , de Orson Welles, plantea varias visiones de lo
mismo. En ese recurso, que hace rendir al máximo en los distintos niveles
discursivos, establece una suerte de jerarquía:
La
declaración de Milagros Ramoneda y la Conversación con el asesino surgen como las más
significativas literariamente: la primera por dar la secuencia de los hechos y
hacerlo con un registro que establece el humor y el ingenio como claves de
acceso al texto, lo formulan como lo que es: una obra de gran riqueza
idiomática puesta en la función pura de narrar.
Lectura fragmento
(1): pág. 41. Allí se inicia la narración y ese párrafo, como dijo el mismo
Denevi, fue su primer párrafo como escritor.
Plantea un nivel
de habla y siembra la intriga.
Lectura fragmento
(2): pág 258/263. La novela parece haber dejado atrás la intriga policial y
pisa otro terreno, más denso e intrincado donde la intriga pierde un poco la
razón de ser.
La realidad
aparece como diría Sábato, como un sueño un poco incomprensible. Vigilia,
acción, sueño, se combinan y mezclan.
El resto de los
capítulos tienen una función diferente: son bisagras que estructuran la
narración, cuentan “la otra versión” de los hechos y contrastan puntos de
vista, confrontan su verdad con el resto de la construcción.
Lectura
fragmento (3): pág. 188 (David Canta su Salmo) le da sentido de verdad a lo que
ve, pero lo que ve no es lo que cree. Ve lo exterior pero no lo verdadero.
Lectura
de fragmento (4): pág. 289/291: arroja luz sobre un aspecto lateral que es sin
embargo muy importante: la mucama. Recordemos a Amalia Bernabé en este papel en
la película de Sóficci.
3.
2. c Juan José Delaney destaca al menos tres defectos en Rosaura a las Diez:
1) La similitud
entre el retrato de Marta Córrega y Rosaura;
2) El abuso de la
casualidad y
3) La pertenencia
del texto final al conjunto del resto de la escritura.
Quizás se podría
agregar que el capítulo de David Reguel resulta algo inverosímil, tanto como
necesario para completar la historia.
Es
real el problema que plantean estas objeciones, pero ello resultaría
significativo en una novela puramente policial.
¿Cómo
explicar que teniendo una habitación reservada en el hotel Wien decidan ir a
alguno cerca de Retiro, para encontrarse con un miembro de la banda que había
sometido a Marta Córrega a la prostitución y que justamente la mataran,
agregando la aparición de David Reguel que los seguía en un taxi?
3.3 La verdadera
importancia de Rosaura no es de naturaleza policial: simplemente usa de lo
policial para plantear algo más: la soledad y la cárcel de lo real y el papel
de la fantasía, del sueño, y la
imposibilidad de resolver la soledad en el plano de lo real y hacerlo desde una
visión perspectivística de gran riqueza por los niveles de lenguaje que maneja.
4) El 20 de abril
de 1959 había sido convocado el premio Life para narradores en español, para
cuentos y novelas cortas con una extensión no mayor a 20.000 palabras.
Al cierre del
concurso habían sido presentadas 3149 obras.
Ceremonia Secreta obtuvo el primer premio. Había sido
escrita en un mes.
Durante ese
lapso, el disparador del concurso ayudó a plasmar una historia que venía
rondando al escritor desde hacía tiempo.
4. 1 Conviene
detenernos en los procesos escriturales de Denevi.
Aunque él mismo declaró que “mentía como loco”
y que no hay quizás una base certera para testimoniar este proceso, señalaba
que al concebir una historia lo hacía en todos sus detalles y que al llevarla
al papel era como si se tratara de la restauración de una pintura que a veces
proponía colores distintos al original y que otras, lo traicionaba.
También refirió
algo quizás más importante: que al escribir estaba ante hechos y personajes, y
los describía directamente y con precisión, sin pensar en el lenguaje.
Tanto los
procesos de Rosaura a las diez como
de Ceremonia secreta podrían
desmentir estas afirmaciones: fueron escrituras rápidas e inspiradas y el uso
de la metáfora hace a la forma de registrar la realidad o de manejar el
lenguaje. Al mismo tiempo podría corroborar la hipótesis de que al plasmarlas
en escritura estaba captando una historia ya acabada y cerrada en su
mente.
Sea como fuere,
el resultado es una obra concisa, honda por dos cosas: el lenguaje y la
densidad y humanidad que adquiere el personaje de Leónides Arrufat.
El tema de la
soledad aparece trabajado desde la metáfora de la redención al cumplir con un
cometido.
5. El motivo es,
nuevamente, el de la sustitución de identidades.
El asunto
consiste en que Leónides Arrufat, una mujer seca y sola y amargada, es seguida
por una muchacha que la confunde con su madre muerta y la conduce a su casa de
la calle Suipacha 78. Lo que sucede a partir de allí convierte a Leónides
en oficiante de una ceremonia que tiene
como fin castigar a Belena, uno de los personajes.
Leónides no es
una condenada. Vuelve a su vida anterior luego de haber cumplido una misión
que, paradójicamente, al hacerla matar la humaniza.
Pero en esta
nouvelle hay –además de un trabajo estilístico mucho más sutil, que hace casi
imperceptible su talón de Aquiles, la parte débil de la historia- cosas nuevas:
el sentido de lo ceremonial, la organización de la metáfora como modo de hacer
densa la escritura y la dimensión de lo espacial. La casa de Suipacha 78 no es
un mero escenario, es un ámbito sagrado, cambiante y de transformación.
6. Hay tres
elementos centrales:
6.1) el de la
sustitución de identidades: Leónides se convierte en Guirlanda Santos y ante
Encarnación y Mercedes –dos “viejas bribonas”- se bautiza a sí misma como
Anabel Anabelí (que procede del poema Annabel Lee, de Edgar Allan Poe.
6.2 Otro elemento central es la
naturaleza enigmática de Cecilia, la joven (ausente y alterada) que confunde a
Leónides con su madre.
6.3 El restante es la casa como escenario: primero
refleja el enigma, luego es explorada y se convierte en un hogar, para finalmente
quedar vacía.
7. Vayamos a los
ejemplos:
7.1
Así nos presenta el autor a Leónides Arrufat:
Fragmento 5, pág.
317
Sin
embargo, a poco de entrar en la casa, para disipar la sorpresa de encontrarse
en el lujoso dormitorio de Guilanda Santos sucede esto:
Fragmento
6, pág. 336.
No obstante, la
explicación le resulta vulgar, y es cierno, no se trata sólo de una confusión ya
que lo que realmente sucederá es de naturaleza muy diferente y será revelado
luego de la ida a la casa de Encarnación y Mercedes, verdadera bisagra de la
nouvelle.
Primero
propuesta y luego asumida, la sustitución de identidades es gradual y por
momentos imperceptible, hasta que de pronto Leónides se convierte en Guirlanda
Santos:
Fragmento
7, pág. 373/375 : el disfraz renueva su identidad, la hace verdaderamente ser
otra, que se atreve a hacer aquello que no hubiera podido hacer de seguir
siendo Leónides; algo que es necesario hacer porque es justo. Ella piensa que
sólo se trata de escarmentar a Encarnación y Mercedes, pero se trata de algo
más.
No
obstante, el momento en que la obra da un giro que la cambia porque transforma
a Leónides y ya no hay vuelta de ese rumbo sucede cuando es la identidad usurpada
la que se desdobla y abre al personaje no sólo a una nueva óptica de la
situación sino también a otro modo de asumir su vida:
Fragmento
8, pág. 391/397.
Es
como si la identidad adoptada le señalase un camino, haciéndole ver las cosas
de una manera distinta.
Este
es uno de los momentos más significativos: el hecho de distanciarse de sí misma
a partir del disfraz.
El acto final de
la sustitución de identidades es la revelación de que ella servía a un
propósito tan desconocido como predeterminado
Fragmento
9, pág. 409.
7.2 Cecilia, en
su aparente simplicidad, es un personaje inescrutable y el mecanismo de intriga
de la obra opera muchas veces a partir de esa imprevisibilidad e
inescrutabilidad. El modo en que la muestra el narrador cambia permanentemente.
Así la presenta
por primera vez
Fragmento
10 (pág.322)
Hay
algo premonitorio en el sentido de “que esa cosa tremenda ocurra.”
Más
tarde, la muestra de otra manera:
Fragmento 11
(pág.329). De manera imperceptible Leónides va al encuentro de un destino que
desconoce y también es revelado el carácter fatalista de la obra: hay algo
desconocido que nos guía y el esfuerzo por eludirlo sólo contribuye a poner en
marcha el engranje.
Cecilia
encarna un enigma y su naturaleza es cambiante:
Fragmento 12
(pág. 400/403) Allí la sustitución de identidades se resuelve y cede su paso a
otra cosa.
Se
revela su naturaleza de ser un instrumento de ese mecanismo del destino.
7.3.
La casa no es solamente un escenario.
Primero
es el símbolo de lo desconocido, un ámbito cerrado en sí mismo que se abre, se
despliegan sus espacios, como si creciera. Abunda en cosas nuevas para
Leónides, pero huele a encierro, humedad y a remedios. Parece estar marcada por
la arquitectura del laberinto, donde el personaje se pierde si abandona un
pasadizo establecido.
Luego,
cuando la sustitución de identidades es asumida, ambas la limpian, dejándola reluciente, aventan los
malos olores y la convierten en un espejo, pero una herrumbre horadaba ya ese
paraíso dorado.
Al
final, se convierte en el escenario de esa ceremonia, ese que Leónides abandona
con su cartera con la forma de un enorme higo podrido.
Ha
cumplido con un cometido y ya nunca volverá a ser la misma. Para reafirmarlo,
para reafirmar esa sustitución de identidades, desde afuera llegan los ecos del
Carnaval
Marco Denevi,
como señala Juan José Delaney, logró obras maestras a partir de formas marginales
de literatura, en este caso la novela gótica, cerrada, circunscripta a una
acción y a un ámbito íntimo y concentrado. Lo hizo con un lenguaje nuevo,
inspirado, preciso, que a la vez que servir
a una arquitectura es un fin en sí mismo.
Con toda razón, su amigo, el poeta Antonio
Requeni, señaló que es uno de los grandes escritores latinoamericanos.
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